Yo, pollo

"Y, por inesperado que eso sea, decía: ten pena de ti mismo. Eso cuando se decía que llevaba una vida de desesperación pasiva. Entonces aconsejaba un poco menos de dureza consigo mismo. El miedo provoca, según él, una coberdía innecesaria. En este caso se debia suavizar el juicio sobre sí mismo. "Creo", escribió, "que podemos confiar en nosotros mismos mucho más de lo que confiamos. La naturaleza se adapta tan bien a nuestra debilidad cuanto a nuestra fuerza." Y repetía mil veces a los que complicaban inutilmente las cosas -¿y quién de nosotros no lo hace?-, como iba diceindo, él casi gritaba a quien complicaba las cosas: "¡simplifique! ¡simplifique!""

Clarice Lispector, Revelación de un mundo.

Cortasía de Nacho que me pidió que lo hiciera. Sería lindo si lo hicieran todos (los que tienen ganas). Nunca viene mal un buen párrafo de lectura...