jueves, noviembre 29, 2007

Fenómeno

Hoy iba caminando yo por la calle Monteivideo (ahí, por el centro) cuando, de pronto, entre el calor y la pesadez, vi lo que bien podría ser un espermatozoide gigante. Sí, de como 4 cm de largo, este "simil esperma" flotaba por el aire, yendo y viniendo, moviendo su cola y su esbelta figura.

Entonces me sobrevino la sorpresa y no por el hecho de ver un espermatozoide gigante, sino por estar viendo que el mismo estaba flotando en el aire, y tenía tal o cual direccionalidad, y tomaba tal o cual rumbo. Me acerqué. Me cercioré que no fuera simplemente un insecto extraño. No lo era. De todas formas, no fue hazaña menos acercarme al sujeto, cuando me acercaba, este se distanciaba de mí. ¡Cómo si supiera que alguien se le acercaba!

La escena (cómica para quien la viera de afuera) se habrá repetido tres veces, hasta que una especie de vínculo se estableció entre el esperma y yo, y me pude acercar a 10cm del mismo, luego de lo cual, proseguí en mi camino (que nada tenía que ver con espermas gigantes).

No había caminado dos cuadras y se me curzó este pensamiento: sería un espermatozoide de un hombre gay y me temía porque yo era mujer? Es una teoría sensata...

6 comentarios:

Emma dijo...

Bueno, Isa, basta:

No más opio.

Ignacio dijo...

em...
err....
ahm....
...
...posta?

Ignacio dijo...

Y si, es la teoria mas sensata.

numaleon dijo...

Suficiente.

Pero gracias por advertir.

parissinmi dijo...

emma,

hay que mandarla ya a una "granjita"; basta de ser negadores!

deberias andar con una cámara encima, como buena fotoperiodista, para que podamos creerte este tipo de historias, gorda (K)

Nene Tonto dijo...

pero pero pero... no son microscópicos?
Y no... esa teoría la tenés porque estás traumada con la amiga, pero ella te ama más allá del género. Tenlo en cuento.